José Carlos Urbina Yarupetan
Introducción
Aunque la fase científica de las ciencias
económicas se empezó a desarrollar en el s. xviii,
se examinaran diversas definiciones
establecidas por los filósofos griegos, pensadores de los periodos
renacentista, clásico, y contemporáneas.
En el año de 1615 se publica Traité de l’Economie Politique
de Antoine de Montchrétien (1575-1621), donde se señala la
expresión economía política, que muchos se lo atribuyen a
Aristóteles.
Etimología
La palabra economía viene del vocablo
griego οἰκονομία (oikonomia).
Donde oikos
significa casa y nomos
significa ley.
Se trataba de una rama del conocimiento
que abarcar sólo el ámbito comunal de la
actividad económica en sus más simples funciones de producción y distribución.
Edad Antigua
Las primeras manifestaciones se
encuentran ligadas a los esfuerzos de los pueblos primitivos para mejorar sus
conocimientos técnicos y solucionar sus necesidades económicas inmediatas.
En la Era Neolítica, 9000 a.C., marca el inicio del uso de
instrumentos para el desarrollo de la agricultura y del pastoreo para mejorar
su tecnología por la práctica agrícola sedentaria y la industria de la cerámica
rudimentaria.
En las edades de Bronce y de
Hierro,
3000 a.C., aparecieron nuevos problemas de organización. Las tribús se
dedicaron a conquistar nuevas tierras y ampliaron el uso del bronce y del
hierro con fines bélicos.
En el Mediterráneo se desarrollaron civilizaciones más
organizadas socialmente; en el norte de Egipto y en el oeste de Mesopotamia el
mar ejerció una función de centro convergente de civilizaciones que unificaron
a griegos y romanos.
En esta región se encontraron 3 tipos
sucesivos de organizaciones económicas:
- Constituido por Egipto y Mesopotamia, se caracterizo por la explotación intensiva de la tierra y por una organización política centralizada.
- Representado por ciudades fenicias y griegas como Tiro, Sidón, Biblos, Rodes, Odesa y Palermo, hizo de la tierra un punto de apoyo para el comercio marítimo y los trueques internacionales, principales móviles de la actividad económica.
- Concentrado en Roma, fue la yuxtaposición y la correlatividad entre las fuerzas económicas de la tierra y el mar.
En estas organizaciones surgieron filósofos, tales como: Platón, Aristóteles, Jenofonte, Catón, Varrón, Columena, Paladio, entre otros.
Platón (428-347 a.C.) es considerado el
fundador de muchas ciencias y también el primer analista económico. En su
época, la economía era considerada como la ciencia de la
administración de la comunidad doméstica.
Aristóteles (384-322 a.C.), quien era discípulo de
Platón, definió la economía como la ciencia del
abastecimiento que trata del arte de la adquisición. También desarrollo diversas ideas sobre
el Estado y discutió acerca de la usura y los salarios, el intercambio y la adquisición, entre otros.
Jenofonte (355 a.C.), escribió sobre la
agricultura y el sistema tributario, reuniendo sus principales ideas económicas
en su obra Las formas de aumentar los ingresos de Atenas.
En Roma se dedicaron más que nada al derecho y
sus contribuciones; en el terreno de la economía se refirieron principalmente a
las actividades agrícolas. Catón
condenó las grandes propiedades y propuso nuevos sistemas de
distribución de la tierra.
Varrón sugirió el regreso a los
campos como medio de evitar el empobrecimiento de las masas y del Estado.
Columena y Paladio se preocuparon por la decadencia de la actividad agrícola y aconsejaron la diversificación de la producción.
Las observaciones hechas por los
filósofos en el terreno de la economía constituyeron más un conjunto de reglas de moral práctica y de consejos políticos, que un ordenamiento científico oportuno
para la investigación de los asuntos económicos de su época.
La Edad Media
Con la caída del Imperio Romano se inició
una nueva fase en la historia de la economía.
Las actividades económicas eran
rudimentarias hasta el siglo viii,
pero en franca mejoría.
El comercio ejerció un papel secundario pero no dejo
de existir; la artesanía declinó; el uso de la moneda
disminuyó debido a que se le consideraba más un
instrumento de reserva que de cambio.
En el s. xi,
el crecimiento demográfico creó la oferta de mano de obra que provocó un
aumento en la producción y desarrolló el comercio y las ciudades.
Surgió el comercio
internacional, el
mismo que movilizó grandes capitales. La industria textil adquiere un papel fundamental debido a
la especialización del trabajo.
Nació el sistema bancario con moldes casi modernos, se propagó la
utilización de instrumentos de crédito.
La Iglesia Católica formuló una línea propia de pensamiento
económico que tenía por objeto reducir el efecto de la baja producción y
proteger a los consumidores.
La ética profesada por la Iglesia Católica
no condenaba el comercio en sí, sino los abusos que podrían derivar de él. La
iniciativa privada y la libre competencia se consideraban peligrosas porque
podían colocar a los más débiles a merced de los más fuertes.
Tomas de Aquino (1225-1264 d.C.), en sus obras Summa Theologica
y Summa Contra Gentiles,
expresaba que “comerciar por el
simple amor al comercio es vergonzoso porque acrecienta el apego al lucro sin
límites y además que el comerciante debe buscar la utilidad no como un fin,
sino como remuneración a su trabajo”.
Nicolás de Oresmes (1320-1382 d.C.) y Antonio de Florencia (1388-1455 d.C.), también condenan la usura, concentran su atención en la transformación de
las instituciones medievales, reclaman salarios justos y condenan las prácticas
comerciales viciosas.
En consecuencia, la Edad Media tuvo una vida económica pobre
mas no estancada, rural pero
con conocimiento de
otras actividades.
El Mercantilismo
De la Antigüedad al Renacimiento, los asuntos económicos tomaron mayor
importancia con la aparición de organizaciones más complejas.
En este período se discutió los sistemas de la propiedad territorial, servidumbre, recaudación
tributaria, exclusividad de
mercados, comercio
interregional y
con la acuñación y uso de monedas.
En este período de la historia las
restricciones de los escolásticos al comercio y al lucro fueron prácticamente
marginadas y los comerciantes fueron dignos del reconocimiento de la comunidad
y del Estado. La artesanía urbana, los regímenes corporativistas y las
organizaciones feudales cedieron su lugar a la supremacía del Estado.
El desarrollo de los nuevos Estado de Francia, Alemania, Inglaterra, España y Portugal y el
descubrimiento de América,
hicieron que el análisis económico se desligara de los aspectos éticos a los
que se mantenía unido. Los Estados se esforzaron por acumular
metales preciosos, símbolo y base de la potencia económica y de la riqueza
nacional. Algunos Estados en sus dominios coloniales buscaron los metales
preciosos, indispensables para la supervivencia y el fortalecimiento de la
soberanía. Las grandes reservas de metales preciosos
constituían la propia expresión de la riqueza nacional. Los Estados que
dominaban las nuevas tierras conquistadas como Portugal y España movilizaban
las colonias para que estas les suministraran las mayores cantidades posibles
de oro y plata.
Del s. xiv
hasta mediados del s. xviii, el comercio internacional se convirtió
en uno de los instrumentos más poderosos de la política económica. Como los
Estados ambicionaban el poder, sin tener metales preciosos, recurrían al
comercio como medio para acumularlos.
El exceso de las exportaciones sobre las
importaciones debía ser recibido no en mercancía sino en lingotes de oro y
plata.
A está práctica económica se le da el
nombre genérico de mercantilismo.
El Mercantilismo - Bullonismo se desarrolló en España y en Portugal, los principales
defensores de las prácticas mercantilistas fueron Olivares, Santis-Ortiz y
Antonio de Serra.
Antonio de Serra escribió, en 1613, un tratado sobre las causas que pueden hacer el oro y la plata abundantes en un
reino donde no hay minas.
El Mercantilismo - Colbertismo se desarrolló, principalmente, en Francia, Jean Bodin, Antoine
de Montchrétien, Richard
Cantillon y Jean
Baptiste Colbert, son los principales representantes.
Colbert, ministro de Luis xiv, impulso una política interna de
autosuficiencia y oriento el comercio exterior con el objeto de obtener, de las
demás naciones, pagos en lingotes de metales preciosos.
El Mercantilismo Comercial se desarrollo en Inglaterra, Gerald
de Malynes,
Thomas Mun, Charles
Davenant
y Thomas Culppeper, son los principales representantes.
Mun,
en 1764, publico England’s Treasure by
Foreigner Trade, en
el mismo sostenía que el camino para
aumentar la riqueza y el poder nacional es a través del comercio exterior y con
la observancia de la siguiente regla: vender anualmente a los extranjeros más
de lo que se les compra, gravando con impuestos moderados a las exportaciones
mientras que las importaciones debían ser objeto de una pesada carga tributaria
para evitar su estímulo.
El pensamiento mercantilista comenzó a
decaer en las primeras décadas del s. xviii.
En Alemania se desarrollo el neocameralismo y en Inglaterra el mercantilismo
liberal.
El Mercantilismo - Cameralismo, se desarrollo en Alemania, tuvo en Ludwing
Von Seckendorff, Johann Joachim Becher y Philip
Wilhelm Von Hornick, son
sus principales expositores. Además, son defensores del Estado absolutista y
nacionalistas ardorosos, creían que el comercio exterior, orientado hacia la
obtención de superávit, constituía la base de un Estado fuerte y soberano.
Los pensadores de la primera mitad del s.
xviii insistieron en que la riqueza de un
Estado soberano y fuerte no debía limitarse a la acumulación de lingotes de
metales preciosos.
El trabajo es el padre y el principio activo de la riqueza, así
como la tierra es la madre de ésta.
William Petty.
El Liberalismo
Las reacciones a la política
mercantilista llevaron hacia el liberalismo
económico defendido por dos escuelas que se
desarrollaron en Francia e Inglaterra en la segunda mitad del s. xviii. En este período se inició la fase
científica de la economía al tiempo que las grandes naciones sufrían
transformaciones difíciles.
En Inglaterra, los descubrimientos de Kay Lewis,
Cartwright,
Watt,
etc., se transformaron los antiguos métodos de producción en los sectores
textil y metalúrgico, dando inició a la Revolución Industrial.
En Francia, la política tributaria de Luis xiv y Luis xv,
fortalecieron las manifestaciones favorables a una reforma en el trabajo, el
consumo, la distribución de la propiedad y los impuestos. Se amplio la
perspectiva de las ciencias sociales, físicas y matemáticas con el desarrollo
de los trabajos de Newton, Locke y Leibnitz.
El racionalismo influyó sobre las grandes
corrientes del pensamiento económico que contribuyeron a la formación de un conjunto de teorías nuevas que reemplazaran a las
del periodo pre-científico de la economía. Estas dos corrientes fueron la escuela fisiócrata
en Francia y la escuela clásica en Inglaterra; con estas corrientes la
economía adquirió el status de ciencia.
La
Escuela Fisiócrata. La palabra fisiocracia esta compuesta por dos vocablos griegos,
los mismos que significan gobierno de la
naturaleza. En Francia se vivían momentos difíciles
porque el rey, el sacerdote o el señor feudal recibían alrededor del 75%
de los ingresos totales del agricultor medio. François Quesnay, 1694-1774, es considerado el fundador
de la escuela fisiócrata, es autor de los libros Tableau Economique (1758) y Maximes Genérales du Goverment Economique d’un Royaume
Agricole (1760). Quesnay creía que la actividad
económica no debía ser excesivamente reglamentada ni coordinadas por fuerzas
exteriores antinaturales, pues un orden impuesto por la naturaleza y regido por
las leyes naturales superaría con mucho provecho el conjunto de las coordinaciones artificiales practicadas durante el periodo mercantilista. Los fisiócratas defendieron la concesión
de mayor libertad del ejercicio de actividades económicas. «Laissez-faire, laissez-passer le monde va de lui-même» (dejar
hacer, dejar pasar, el mundo camina sólo). Entre los principales representantes del pensamiento fisiócrata
tenemos a François Quesnay, Gournay, Robert Jacques
Turgot y Marqués de Mirabeau. La fisiocracia introdujo dos ideas nuevas
opuestas al sistema mercantilista:
- La creencia en la existencia de un orden natural subyacente a las actividades económicas. Sería inútil imponer leyes y reglamentos a la organización económica. Esta sería capaz de guiarse por sí mismo.
- La primacía de la agricultura sobre el comercio y la industria. Para los fisiócratas sólo la tierra es fuente de riquezas. Las clases sociales no vinculadas al trabajo agrícola se consideran estériles.
La
Escuela Clásica. El liberalismo económico fue la base de
la escuela clásica de la economía desarrollada en Inglaterra. Esta escuela comenzó con la publicación
de An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations de Adam Smith en 1776. Considera que la riqueza y el poder
nacional no debían limitarse a la acumulación de metales preciosos. No se interesaba en proporcionar al país
el mayor poderío militar posible ni en mantener la nobleza; en vez de eso, se
preocupaba por la elevación del
nivel de vida de toda la población. Esta escuela nace del análisis de las
posibilidades de mantenimiento del orden económico a través del liberalismo y
aun de la interpretación de los cambios tecnológicos producidos en el sistema
económico por la Revolución Industrial. An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations establece principios para el análisis
del valor de la división del trabajo, del lucro, del interés y de los
rendimientos de la tierra y desarrolla teorías sobre la distribución de la
tierra, el crecimiento económico, la intervención del Estado la formación y el
empleo del capital. En Inglaterra, Joseph Schumpeter, Thomas Robert Malthus,
David Ricardo y John Stuart Mill fueron
los principales representantes del clasicismo. En Francia, Jean Baptiste Say fue su principal defensor. En Italia, tenemos a Valerini,
Gioja
y Romagnosi. En Alemania, Johann Heirich Thünen sería el único defensor del pensamiento
clásico, en su libro Der Isoliert Staat (El Estado aislado) de 1826 se reúnen
sus principales ideas económicas. En el Traité d’Economie
Politique (1803), de Jean Baptiste Say
definió que la economía política
hace conocer la naturaleza de la riqueza; del conocimiento de su naturaleza
deduce los procesos de su formación, revela el sistema de su distribución y
examina los fenómenos relacionados con su agotamiento realizado a través del
consumo.
Basados en las obras Quesnay
y Smith,
los estudiosos de economía se dedicaron al descubrimiento y análisis de los
principios, teorías y leyes aplicables a cada una de las 3 grandes divisiones
de la actividad económica.
- La Creación de la riqueza;
- La Distribución de la riqueza; y,
- El Consumo de la riqueza.
La Escuela Histórica Alemana
Esta escuela defiende no sólo una amplia
revisión de los métodos de investigación de los economistas clásicos, sino
también la supremacía del Estado sobre el individuo.
Wilhelm Roscher, Bruno
Hildebrant, Karl
Knies y Gustav
Schmöller fueron
los principales artífices de esta escuela. Ellos creían que los intereses individuales debían subordinarse a los intereses
colectivo y estos a los intereses nacionales. Su método de investigación se basó en
explicar el comportamiento económico de las naciones a través de una
investigación histórica, pues el desarrollo de un
pueblo está ligado a los elementos de su civilización.
La Escuela Socialista
La principal oposición al clasicismo,
desde el punto de vista político e ideológico, fue desarrollada por los
socialistas, especialmente Karl Marx y Friederich Engels.
En el s. xvi,
Thomas Moro publica su libro Utopía, en donde se manifestó contrario a la
institucionalización de la propiedad privada convencido de que en ella se concentraba las raíces de la ociosidad, del
desperdicio y de los principales problemas sociales y económicos de su época. La Utopía que ideó era fantástica, pero tenía en
mente reformas sociales y económicas que podrían adoptarse con el tiempo. Lo
que pretendía era la construcción de un Estado ideal concebido dentro de la estructura de la razón pura.
Karl Marx, dio cierto nivel de madurez al
pensamiento socialista del s. xix.
Él conocía el resultado que deseaba obtener y manipuló con habilidad y sutileza
las ideas y premisas lógicas, hasta que produjeron el resultado deseado, en
forma silogística aparentemente respetable. Karl Marx, definió con planteamientos teóricos la
parte del producto nacional resultante del trabajo e indebidamente apropiada
por los empresarios capitalistas. Marx,
construyó un modelo donde demostraba que las sociedades están sujetas a una
constante transformación histórica. Fue un revolucionario, su obra publicada
en 1867 Das Kapital le
llevo 18 años de publicación.
La Escuela Marginalista
A partir de 1870 el análisis económico se
enriqueció con el desarrollo de la escuela marginalista, la misma que se inicio en Austria por Carl Menger, Friederich Von
Wieser y Eugene Von Bohm
Bawerk.
En Suiza León Walras y Wilfredo Pareto representaron a esta escuela, así como
también en Alemania e Inglaterra, estuvieron Hermann Heinrich Gössen
y William Stanley
Jevons
respectivamente.
Menger,
Von Wieser y Von
Bohm Bawerk causaron
una revolución al considerar que la economía debería
partir del análisis de las necesidades humanas y de las leyes que determinan la
utilización de los recursos disponibles para satisfacerlas.
La revolución marginalista trató de analizar las características
subjetivas de la escalas de preferencias individuales, de las necesidades
humanas y de la actividad económica desarrollada para satisfacerla.
Jevons consideraba que el valor del trabajo
debía ser determinado por el valor del producto y no el valor del producto por
el valor del trabajo.
Los pensadores de esta escuela se
propusieron revisar casi todo el análisis económico clásico (microeconomía) con
base en los nuevos modelos teóricos definidos a partir de las concepciones
revolucionarias acerca del valor, de la utilidad, del trabajo, de la
producción, de la escasez, de la formación de los costos y de los precios.
Walras y Pareto elaboraron diversos modelos matemáticos
para explicar la lógica y la interdependencia de las actividades económicas,
tratando de dar a la economía una estructura científica pura no alcanzada por
los teóricos del liberalismo.
Síntesis Neoclásica
A finales del s. xix, el inglés Alfred Marshall, desarrolló
la llamada síntesis neoclásica y su principal mérito fue el de consolidar el
pensamiento liberal de los s. xviii
y xix, con la finalidad de indicar en qué forma el libre funcionamiento de las economías de mercado
garantizaría la óptima utilización de los recursos de producción disponibles.
En Principles of
Economics (1890), Marshall propone que la economía es la ciencia que examina la parte de la actividad
individual y social especialmente consagrada a alcanzar y a utilizar las
condiciones materiales del bienestar.
A Marshall le atañe la consolidación de las
realidades en que los mercados no
reglamentados podrían amortiguar las fuerzas naturales de la economía e impedir
que la eficiencia en la utilización de recursos alcance niveles elevados y
deseados socialmente.
Keynesianismo
El keynesianismo fue promovido por John Maynard Keynes
durante los años de la Gran Depresión (1930), cuando la doctrina clásica ya no
podía adaptarse a la realidad económica de la época. Su obra The General Theory
of Employment, se
publico en 1936, y revolucionó el pensamiento económico de la época.
Keynes trató de estudiar las determinantes del
nivel de empleo y del ingreso nacional y comprobó que el Estado debería participar de la actividad económica para
compensar la baja en las inversiones privadas durante los periodos depresivos
de las crisis económicas.
Las inversiones suplementarias del Estado se transformarían en los perros de presa de la recuperación
económica y garantizarían un nuevo equilibrio de la actividad.
Conclusión
Las obras de Adam Smith, Karl Marx y John Maynard Keynes,
los tres grandes economistas que hicieron historia en la evolución del
pensamiento económico, provocaron cambios sustanciales en las propias
coordenadas de la actividad económica en los últimos siglos.
La obra de Smith
significó una victoria importante sobre el mercantilismo; la de Marx constituyó la más contundente crítica al
capitalismo; y, la de Keynes reunió los más vibrantes argumentos
contra el «Laissez-faire, laissez-passer le monde va de lui-même».